Un sistema democrático exige garantizar a los ciudadanos la posibilidad de ejercer sus derechos sin impedimento alguno. En un acto tan importante y masivo como la emisión del voto y la elección de nuestros representantes, en ocasiones, existen impedimentos físicos (capacidades de movilidad reducidas) o territoriales (distancias o imposibilidad de acceso), entre otros, que exigen a los gobiernos la búsqueda de alternativas. Pero cuando esta imposibilidad se extiende a toda la población, los Estados deben pensar no sólo en parches sino en nuevas maneras de garantizar la vida democrática.
En contexto de pandemia y por el alto nivel de contagio, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha recomendado fuertemente evitar las concentraciones de personas, llegando muchos países a adoptar medidas de cuarentena generalizada.
En este marco, elecciones que debían transcurrir por estas fechas, como por ejemplo las municipales de Inglaterra, o las autonómicas (Galicia y Euskadi) en España, se han suspendido. Y en aquellos países que no lo hicieron, el porcentaje de participación disminuyó drásticamente. En Francia, se abstuvieron de votar el 55% de los ciudadanos en las elecciones municipales del 15 de marzo.
Elecciones Francia- Infocate, actualidad sobre tecnología en Iberoamérica
Este escenario plantea desafíos a la administración electoral, y el voto en línea aparece como una alternativa de gran prospectiva. Claro que, grandes modificaciones en los sistemas, estructuras y costumbres pueden ser agobiantes. Es por eso que los casos de éxito suelen ser buenas referencias para analizar.
UN MODELO PARA REPLICAR
Un claro ejemplo de buenas prácticas es el modelo implementado por Estonia. Desde su separación de la Unión Soviética en 1991, consideró el uso de tecnología como parte fundamental de su crecimiento. Hoy, luego de 11 elecciones nacionales empleando el voto digital, en donde los ciudadanos pueden emitir su voto desde donde sea que se encuentren, se convirtieron en una referencia mundial. Desde que se implementó en 2005, la participación ha aumentado alrededor del 5.0% en elecciones nacionales.
Lejos de las críticas de poca seguridad del sistema, los expertos del Centro de Excelencia Smartmatic-Cybernetica utilizan avanzadas técnicas de cifrado. Los usuarios también tienen la posibilidad de verificar que su voto se contó correctamente; y que no fue eliminado o manipulado.
El caso de Estonia, que se adelantó a su tiempo y previó las facilidades que generan la automatización y digitalización, imprescindibles en los tiempos que corren, muestra hoy sus frutos y cuán certeras fueron esas decisiones.
Elecciones en cuarentena- Infocate, actualidad sobre tecnología en Iberoamérica
El coronavirus nos presenta un panorama que exige cambios de hábitos a nivel mundial y la necesidad de “pensar fuera de la caja” para no paralizar nuestras actividades y crear de un momento de crisis, una oportunidad. Nos obliga a idear soluciones en escenarios en los que es incierta la fecha de regreso a la “normalidad”, y por otra parte señala falencias en los sistemas actuales (políticos, de salud, económicos, sociales) que nos previenen para afrontar estos desafíos con los ojos del futuro. La pregunta es ¿Qué estamos esperando?
