El académico expresó que el brote de coronavirus desatará una crisis económica que significará para muchas personas un problema de seguridad alimentaria.

Por este motivo, el ganador del premio Nobel de Economía en 2019 por sus estudios sobre la pobreza reconoció que:

«En muchos casos, los agricultores no tienen acceso a la información científica más reciente»(…) «Pueden tener conocimientos tradicionales, pero esto no necesariamente los ayudará a adaptarse a nuevas plagas o nuevas variedades de semillas, o para abordar el cambio climático», dijo en una entrevista con el director general del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), Manuel Otero

 

En este sentido, es importante mencionar que si bien las tecnologías de la información y la comunicación están ampliamente difundidas, aún tienen un impacto limitado fuera de las ciudades.

Esto se da por diversos factores. En las zonas rurales, el acceso a internet es débil, a veces por problemas geográficos y/o de aislamiento que impiden la instalación de antenas de telecomunicaciones.

Una cuestión que incide es que los costos de instalación de la fibra óptica son grandes. Por ello, la tecnología utilizada en dichas zonas suele ser 3G o banda ancha móvil.

Asimismo, en zonas con baja densidad de población, la inversión de poner banda ancha no se justifica económicamente. Por este motivo las inversiones públicas adquieren importancia, hasta que los inversores privados vean rédito en ello.

América Latina

En América Latina el acceso a Internet en las zonas rurales es escaso debido a que no es una prioridad gubernamental.

Así lo expresaba el oficial de Asuntos Económicos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Francine Brossard Leiva:

“Considerando los hogares con acceso a Internet mediante conexión fija, existe una brecha importante entre el acceso en las zonas urbanas y el acceso en las zonas rurales. Las diferencias entre países se acentúan conforme aumenta el nivel de ingreso. En Bolivia, la penetración de Internet en el quintil más rico es menor que la penetración en el quintil más pobre de Chile. Todo esto contribuye a un panorama bastante desolador para los pequeños productores”.

Sin embargo, Leiva destaca algunos casos de éxito que son alternativas alentadoras.

“Un ejemplo notable ha sido el caso de Chile con la creación de las primeras comunidades virtuales agrícolas. Este proyecto se desarrolló en el contexto de la temática del uso de las TIC en el sector rural como herramienta de innovación para fortalecer la competitividad de la agricultura campesina, a través de soluciones TIC que mejoraran el acceso y uso de información relevante para la toma de decisiones, y a su vez promoviera la asociatividad y colaboración entre las empresas y los distintos actores involucrados en el desarrollo sectorial”.

La oportunidad

Por este motivo, el economista Kremer destacó la importancia que adquiere la tecnologización del agro. Desde sus investigaciones, los agricultores de América Latina podrían manejar con más precisión asuntos como nuevas plagas o desafíos del cambio climático si tuvieran más acceso a tecnología, teléfonos e información actualizada Todo ello será clave en el mundo postpandemia:

«La agricultura móvil es algo que puede ser útil no solo para los agricultores, los gobiernos y los servicios de extensión (…), sino también para las empresas privadas».

De esta manera, Kremer consideró que este es el mejor contexto para iniciar inversiones en digitalizar los servicios de extensión agraria, que apoyan a los agricultores con investigación científica aplicada y educación.