Las empresas tecnológicas tienen un vasto campo de nuevas necesidades que cubrir. Desde la adaptación de drones que se usaban para el agro y ahora sanitizan y acercan medicamentos, hasta aplicaciones de georreferenciación que son utilizadas para colaborar en el distanciamiento social.

El contexto actual de distanciamiento social plantea nuevos retos para sostener la actividad económica  y evitar la paralización del sistema. Pero en un contexto de pandemia ¿cómo continuar con las actividades esenciales sin poner en riesgo a las personas?

Por otra parte, el Convenio sobre seguridad y salud de los trabajadores, de la Organización Internacional del Trabajo (OIT, 1981), estipula que los gobiernos deben tener una política nacional coherente en materia de seguridad y salud de los trabajadores y medio ambiente de trabajo. Para llevar adelante dicho objetivo en el contexto actual, es necesaria una coordinación estrecha entre las empresas, organizaciones e individuos.

NO PARALIZAR A NUESTRAS DEMOCRACIAS. EL CASO DE SMARTMATIC

Desde hace 20 años, la empresa de voto digital Smartmatic, ha colaborado con las autoridades para superar desafíos ligados a los procesos eleccionarios. El caso del Covid-19 no es una excepción.

En un análisis exhaustivo, la empresa encontró casi tres docenas de instancias en el proceso electoral en los que existe un riesgo alto de contagio. Desde la producción de las boletas en la fase preelectoral hasta el recuento final y los informes de culminación en la fase postelectoral. Por ese motivo, desarrolló nuevas formas de mitigar los riesgos de exposición de los votantes, los trabajadores y los funcionarios electorales al nuevo coronavirus COVID-19.

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Uso de tablet para votación de candidatos

Si bien su tecnología ya permitía el voto en línea, la autenticación de los votantes en línea y los sistemas de envío de boletas en línea, notaron que no todos los países pueden implementar estos cambios con la rapidez que la pandemia exige. Por ese motivo, desarrollaron planes de mitigación de riesgos adaptados a las particularidades de cada país: desde campañas de concientización, equipos de protección personal (PPE) a unidades de desinfección automatizadas y monitoreo en vivo.

Asimismo, fueron un poco más allá y se encuentran trabajando con autoridades y gobiernos en la fabricación y distribución de ventiladores, máscaras faciales, unidades de esterilización, sistemas de filtración de aire y sistemas de pasaporte de inmunidad.

La Organización Mundial de la Salud, plantea que “la elaboración de planes de preparativos y de continuidad de las operaciones puede facilitar la permanencia de las operaciones esenciales durante una pandemia y mitigar en forma considerable sus repercusiones económicas y sociales”.
La sinergia entre gobiernos, sociedad civil y empresas es prometedora y necesaria a la hora de pensar en las soluciones que exige el nuevo mundo que se perfila. No hay tiempo que perder.