Las fake news no solo no son noticias, por el contrario, son más bien ficciones que construyen dentro de ciertos parámetros para dar la idea de veracidad. Así funciona la máquina de hacer fake news.

No es una novedad que hoy en dia vivimos en un mundo donde la noticia se esparce por el globo desde el momento que ocurre. Cualquier con su celular puede transmitir en vivo desde alguna red social, y esta puede ser replicada, grabada y levantada por miles y millones de personas y medios alrededor del mundo. No solo eso, la posibilidad de encontrar información y datos en internet, se ha vuelto demasiado simple ya que con solo tipear el término en alguno de los buscadores, se nos presentan ante nuestros ojos cientos de resultados. 

A priori, esto se puede ver como una democratización del acceso a la información e incluso el aprendizaje, pero sería inocente no afirmar que hay muchos encargados de utilizar estas herramientas para manipular y desparramar las mentiras por todo el ambiente digital. A su vez, la inmediatez de la información y la carga emocional que eso puede generar en las personas, logran que estas reacciones en favor o en contra sin siquiera ir a chequear si lo que ven es verdadero o falso. Es probable que esta sea una de las razones por las cuales las llamadas fake news, proliferan como hongos. 

¿Cómo funciona la máquina de hacer fake news?

Las fake news se construyen principalmente, o si se quiere con mayor frecuencia, durante las campañas de elecciones presidenciales. Ocurrió en los Estados Unidos durante las últimas elecciones, ocurrió también en las elecciones de Brasil de 2018, y está ocurriendo actualmente en Argentina. Con noticias que intentan desinformar intencionalmente sobre lo que hacen o dicen diferentes funcionarios -imagen del presidente Mauricio Macri- o de un candidato -como es en el caso Axel Kicillof- o bien sobre el proceso electoral, en el que se ha desinformado sobre la eliminación de las actas de escrutinio por una transmisión electrónica a cargo de la empresa Smartmatic. 

Distintas partes y etapas componen el armado de la misma y van, desde que surge la necesidad o el pedido formal, hasta la acción de los trolls para intentar viralizarla. Básicamente, el proceso es el siguiente: un asesor político se pone en contacto con algún dueño de medios digitales, preferentemente un amigo, y le pide publicar información en contra de otro político contrincante. Luego de convenir un precio, la maquinaria se pone rápidamente en marcha y la nota se pone online. El siguiente paso es darle la circulación necesaria para que se replique hasta lograrlo orgánicamente. Aquí es donde el armado de trolls comienza a actuar intentando darle la relevancia necesaria para que prenda. Los trolls pueden ser personas reales con decenas de cuentas falsas, hasta cuentas automáticas que puede retwittear o repostear la falsa nota. Luego de esto, todo es cuestión de que usuarios reales comienzan ellos mismo a comentarla, darle “me gusta” y hasta moverlas ellos mismos. Si esto último sucede, la campaña de fake news fue un éxito.

No todas las fake news se viralizan, pero muchas de ellas sí, y aunque hoy en día hay varios portales que funcionan como moderadores o esclarecedores de estas noticias falsas, en muchos casos el daño ya está hecho y la emoción generada en las personas, permanece.

¿Cuánto cuesta?

El costo de difusión de una fake news varía según los plazos de publicación, las redes sociales y el despliegue. No es el mismo precio si la fake news es para una acción inmediata, que si se puede planificar. En general, un fee mensual de comunicación para redes se suele pagar a una consultora o agencia entre 30 y 40.000 pesos, como mínimo. Si se trata de un trabajo a largo plazo, se negocian números que hasta superan las seis cifras.

¿Cómo identificarlas?

Con el fin de no ser víctima de las fake news, compartimos una serie de consejos que se pueden implementar para no tener que:

  1. No creer todo lo que se lee en Internet.
  2. Chequear que la fuente sea conocida y confiable.
  3. Revisar la fecha, lugar y/o nombres.
  4. El título sensacionalista a veces es para captar, pero la nota cuenta la historia completa. Es importante leer todo.
  5. Ante la duda, googlear al menos dos fuentes es una buena práctica. 
  6. En caso de conocer algún experto en el tema es bueno preguntarle.
  7. Busque la contracara de la noticia. A veces las personas y las empresas se defienden en sus redes sociales o sitios web.

Si la noticia no pasa el filtro, no la compartas porque estarías siendo una parte importante del engranaje de esta maquinaria que construye las fake news.

 

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